sábado, 30 de septiembre de 2017

Entre pájaros


   La provincia de Huelva es el lugar donde los amantes de la naturaleza encuentran espacios infinitos para disfrutar, dos tercios de su territorio goza de algún tipo de protección ambiental, un paraíso de biodiversidad conformado por parques naturales, parajes, reservas, paisajes protegidos, etc.

   El Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, junto con el Parque Nacional de Doñana, reune la mayor parte de terreno protegido de la provincia, su particular climatología, la orografía del terreno y la mano humana, hacen que exista una extensa variedad de hábitat donde las aves encuentran el paraíso para vivir, o simplemente, un lugar de paso.

  El atractivo ornitológico de la sierra no es muy conocido y aunque existen algunas empresas de turismo de naturaleza que ofrecen rutas para el avistamiento de aves, si te gustan los pájaros coge los prismáticos y la cámara , ven a caminar por el Parque, siempre respetando el entorno y sin molestar a sus "habitantes", te va a sorprender.



   Un paseo por los alrededores de los embalses de Aracena y de Zufre nos va a tener distraídos un largo rato. En el primero, es posible, con un poco de suerte, contemplar al águila pescadora, podemos ver garzas reales y cormoranes, además en la zona está presente el milano negro, la culebrera, abejarucos, currucas y mosquiteros, en época de migración se pueden ver aquí garzas imperiales y espátulas. En el embalse de Zufre es fácil descubrir la presencia de rapaces como el águila real o los buitres negro y leonado, también son habituales las paseriformes como currucas, collalbas rubias o la oropéndola.

   Sin lugar a dudas la zona de las Contiendas (Aroche y Encinasola) es la más indicada para avistar rapaces: buitres, milanos, águilas o elanios. Si miramos hacia abajo, en el matorral se mueven las cogujadas, alcaudones y currucas.



   Allí donde el castañar se hace dueño del terreno ( Sta. Ana La Real, Fuenteheridos o Castaño del Robledo) habitan personajes como el colirrojo real, el abejero, el gorrión chillón o el reyezuelo listado, el pico menor nos avisa de su presencia con un característico sonido. En los huecos de los troncos, por la noche, nos puede sorprender algún cárabo.

   La extensa dehesa acoge una gran variedad de aves: herrerillo capuchino, pico menor, torcecuello, águila calzada, buitre negro; mientras que en las zonas de rivera disfrutaremos de la presencia del pico gordo, escribano, lavanderas o el martín pescador. En hábitat urbanos encontraremos los habituales vencejos, golondrinas y avión roquero o cigüeñas.



   Hay especies que tienen una presencia más escasa en nuestra sierra como el acentor alpino, que se puede observar a veces en el entorno del Castillo de Aracena, o el alzacola en la zona noroccidental del Parque.

   A pesar de todas estas localizaciones, sabemos que los pájaros son libres y vuelan, por tanto no hay que desanimar cuando no los encontramos en los sitios previstos.



   En primavera las voces del cortejo y la reproducción lo inundan todo, pero con sus cantos también pueden alertar de un peligro, de una presencia inesperada, pueden señalar su posición cuando van en bandadas con el fin de mantenerse juntos, o para avisar de su dominio en ese territorio y evitar conflictos con otras especies, los pequeños pueden llamar la atención de los padres para ser alimentados, hay que saber escucharlos para conocerlos mejor.

   Definitivamente el P. N. Sierra de Aracena y Picos de Aroche, constituye un lugar ideal para la observación de aves, en sus caminos encontramos numerosas señalizaciones de rutas ornitológicas. Paseemos en silencio, respetando el entorno y dejándonos llevar por sus cantos que nos llenan los oídos de música y que para ellos es una forma de comunicación. Disfrutemos también en la sierra del apasionante mundo de los pájaros y valoremos la importancia de su existencia para el equilibrio natural del planeta.