domingo, 25 de mayo de 2014

El cerdo ibérico



 La ganadería porcina, representa el sector económico de mayor tradición en la comarca de la sierra de Huelva, el 80% del cerdo explotado es de raza ibérica.


   El cerdo ibérico es una raza autóctona de la Península, anatómicamente se caracteriza por su cabeza pequeña, hocico alargado, cuello  corto y musculoso, y su piel es oscura y cubierta de pelo. Su peso puede oscilar entre los 100 y 150 kg para las hembras y entre 150 y 200 para los machos. Existen distintas variedades de cerdo ibérico: la negra y la colorada, la primera tiene mayor proporción de grasa y de velocidad de crecimiento.


   El hábitat más apropiado para la crianza del cerdo es la dehesa, por tanto, en la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, tiene este animal su paraíso terrenal. Por ello, en muchos pueblos del Parque la base de la economía la constituye la explotación de los productos derivados del cerdo.



   Las encinas y alcornoques suministran el manjar para el engorde del cochino, la bellota. A final de septiembre, cuando este fruto madura, comienza la montanera que se prolonga hasta finales de enero o principios de febrero.



 Esta es la etapa final del engorde del animal que da a su carne la jugosidad necesaria. El cerdo deberá pesar unos 50 kg. y dependiendo de la cantidad de bellota que haya consumido durante la montanera, sus carnes se clasifican en : bellota, si ha puesto entre 60 y 70 kg.; recebo, si no ha puesto ese peso y hay que continuar el engorde con piensos; cebo, si el cerdo ha comido básicamente piensos.
   Con un análisis que mida el nivel de ácido oléico en la carne, se puede saber la cantidad de bellota consumida.




sábado, 24 de mayo de 2014

Sendero Hornos de Cal

  
 Esta ruta del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, parte de Aguafría en dirección a Alájar, pasando por los chorros de Ollarancos o Joyarancon, los Ricos de Levante, Santa Ana y vuelta a Aguafría. Este recorrido es de unos 15 kilómetros y dificultad baja.


   El punto de partida es el Mesón La Abuela, que se encuentra a pie de carretera. Tomamos el sendero en dirección a Alájar, encontrándonos al poco de empezar algún horno de cal, que no nos abandonarán hasta llegar a Sta. Ana, hornos que se están recuperando para el turismo, después de que en la década de los 60, abandonaran su actividad; éstas son construcciones de piedra en las que la roca caliza extraída de la zona, se transformaba en mortero de cal tras su cocción y se empleaba en la construcción. La producción de cal fue la principal actividad económica de Santa Ana durante años, se localizan en su término municipal hasta quince hornos inventariados con sus nombres.







   Siguiendo el sendero, llegaremos al puente de los Casares, donde nos desviaremos hacia la izquierda para ver los chorros de Ollarancos.




 Hablamos de un salto de agua que coincide con el nacimiento de la Rivera de Sta. Ana, se presenta como una cascada escalonada de pequeños saltos que pueden alcanzar los diez metros de altura y vierten sus aguas en balsas naturales. 







   Volvemos de nuevo al puente y seguimos hacia Sta. Ana pasando por su rivera, para llegar así a los Ricos de Levante, donde encontramos un paisaje peculiar de piedra y vegetación baja. 











   Retomando el sendero hasta encontrar un cruce de caminos, el de la izquierda va hacia Alájar por la rivera que lleva su nombre, el de la derecha nos lleva a Sta. Ana por Las Cumbres y el que encontramos de frente nos dirige a Sta. Ana por Los Veneros, este es el que tomamos, encontrándonos una fuerte subida en una zona de vegetación baja, tras la cual vamos acercándonos a Sta. Ana. En este tramo veremos algunos hornos más ya entrado en el pueblo por la zona del cementerio.


   Desde aquí volvemos entre castaños a nuestro punto de partida, Aguafria.